Derco y Gildemeister solicitaron al TDLC autorización para recolectar y manejar residuos de neumáticos en conjunto
Las empresas acordaron medidas de protección a la libre competencia para evitar el traspaso de información sensible. Entre las que se encuentran: armar sistemas informáticos específicos para resguardar datos almacenados.
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Dos de las automotoras más grande de Chile, Derco y Gildemeister, solicitaron al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) autorización para operar colectivamente en la recolección y manejo de los residuos provenientes de neumáticos usados y fuera de uso. Si se aprueba la moción, ejecutarán esta petición a través de sus matrices, y dos filiales más: Fortaleza y Derco Repuestos.
Esta acción la interponen justo un mes antes de los alegatos en el Segundo Tribunal Ambiental de Santiago, en que enfrentará a la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac) y el Ministerio de Medio Ambiente por la ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP). En la disputa, el gremio que agrupa las marcas importadoras cuestionó la manera en que el gobierno llevó adelante la elaboración del reglamento de reciclaje de neumáticos.
La petición
El 1 de julio de 2016 se publicó la Ley Rep que obliga a cada productor que genere residuos hacerse responsable de ellos. En el mundo automotriz los productos involucrados son los aceites lubricantes, aparatos eléctricos, baterías, pilas, envases y embalajes y neumáticos. Y, justamente, este último es el más relevante en la solicitud de informe presentada por los abogados Diego Ramos, Julio Pellegrini y Catalina Sierpe del Estudio Pellegrini y Rencoret, en representación de los importadores.
Derco y Gildemeister piden al TDLC autorización, según el escrito de 63 página, para armar un sistema colectivo de gestión de neumáticos usados y fuera de uso para la categoría A. Que servirá como base para que otras marcas se puedan sumar a la larga al proyecto.
Pero para evitar riesgos en la libre competencia, los importadores proponen que un tercero se haga cargo de estos servicios, y que su elección sea a través de licitaciones abiertas. Así, cada interesado podrá formular sus propuestas de manejo de residuos, que serán calificadas por una comisión evaluadora acordada entre los socios.
Además, los distribuidores tomaron medidas de precauciones y de mitigación para evitar que esta instancia sea terreno fértil para potenciales abusos unilaterales, coordinación ilícita o intercambios de información comercial sensible.
Medidas de mitigación
En la licitación para seleccionar al proveedor de los servicios, se formará una comisión evaluadora encargada de responder las observaciones presentadas por los oferentes; calificar toda la documentación y revisar la garantía de seriedad de las ofertas en términos técnicos y económicos.
Este grupo de cinco expertos será designado por el directorio de la firma de manejo de residuos. De allí, tres miembros serán ejecutivos, más el gerente general y un director. Cada integrante deberá realizar una declaración de intereses y tener un deber de abstención estricto en caso de que se presenten conflictos de interés.
En tanto, se fijaron cuatro requisitos para incorporar a nuevos socios importadores al sistema: tener la calidad de obligado al cumplimiento en materia de neumáticos; se necesita un pago de cuota de incorporación para tener calidad de socio; un desembolso de una tarifa por costo gestión y constitución; y además de contar con una garantía legal para el cumplimiento de metas de recolección y valorización.
Para resguardar el traspaso de información comercialmente sensible, los directores que formen parte de la empresa de reciclaje deberán ser independientes de cualquier gestor de la cadena automotriz. Y también deben declarar periódicamente sus conflictos de interés.
Se establece que el directorio, la alta dirección y el resto del personal que forma parte de la estructura de funcionamiento de la compañía de reciclaje están obligados a guardar absoluta confidencialidad en el ejercicio de sus funciones.
Además, la empresa deberá desarrollar sistemas informáticos específicos para resguardar el intercambio de información, asegurando la trazabilidad de acciones respecto a la manipulación de los datos. Esto, a través de un diseño e implementación de controles de seguridad que ofrezcan protección a todo lo almacenado.